Economía y Empresas | 27/10

Golpe a la industria nacional

Malvinas Argentinas: la planta de SKF en Tortuguitas anunció su cierre dejando en la calle a 150 trabajadores

La multinacional sueca confirmó el cierre de su histórica fábrica en la provincia de Buenos Aires, tras 90 años de producción local. La empresa se reconvertirá en importadora y traerá desde Brasil lo que antes fabricaba en el país. El gremio metalúrgico responsabilizó al Gobierno por la apertura indiscriminada de importaciones.

La compañía sueca SKF, líder mundial en la fabricación de rodamientos, anunció el cierre definitivo de su planta en Tortuguitas, donde se desempeñaban alrededor de 150 trabajadores. Tras nueve décadas de producción en el país, la fábrica se reconvertirá en una simple importadora, trasladando la elaboración de sus productos a Brasil.

El anuncio no llegó por vías institucionales, sino a través de un video en YouTube, lo que generó indignación entre los operarios. “Nos enteramos por redes sociales que íbamos a perder el trabajo. Es una falta total de respeto”, expresó uno de los empleados afectados.

Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), su secretario general Abel Furlán criticó la decisión y señaló directamente al rumbo económico oficial: “Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado”.

El Ministerio de Trabajo bonaerense intervino para asegurar que los despedidos perciban las indemnizaciones correspondientes, incluso con montos superiores a los que establece la ley.

La fábrica de SKF en Tortuguitas fue durante décadas sinónimo de rulemanes en el país, abasteciendo tanto al mercado interno como a la exportación. Sin embargo, el cierre no responde a una crisis de la compañía: en 2024, según sus balances, facturó más de 9.300 millones de dólares con un margen operativo del 13,5 por ciento. Se trata, en cambio, de una estrategia global de reducción de costos, en la que la Argentina quedó afuera.

El proceso de achicamiento ya se venía notando desde hacía meses con despidos encubiertos, retiros voluntarios y reducción de turnos. El desenlace se precipitó en un contexto de apertura de importaciones, caída de la producción industrial y ausencia de políticas de protección al mercado interno.

Desde ADIMRA advirtieron que el cierre de SKF es parte de un fenómeno mayor de desindustrialización: la producción metalúrgica cayó 5,2 por ciento interanual en septiembre y el uso de la capacidad instalada tocó su piso más bajo desde junio de 2020. “La apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro”, remarcó el presidente de la entidad, Elio Del Re.

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