Por segunda vez en pocos días, el cementerio municipal de San Antonio de Areco fue víctima de un robo. En la madrugada del domingo, personas aún no identificadas ingresaron al predio y se llevaron herramientas de trabajo, a pesar de que las puertas habían sido reforzadas tras el hecho anterior.

“Estamos preocupados y ocupados, porque esta situación se viene repitiendo y complica el funcionamiento operativo del cementerio”, expresó Oscar Oviedo, subsecretario de la Secretaría de Planificación y Obras Públicas. Según explicó, los delincuentes actuaron “en el mismo lugar de siempre, detrás de la capillita, donde guardamos las herramientas que usamos todos los días”.

En esta ocasión, los ladrones sustrajeron una sopladora y una motoguadaña, una de las máquinas que el municipio había adquirido recientemente para reponer lo robado en el episodio anterior. “Lamentablemente vamos a tener que reforzar al extremo las medidas de seguridad”, advirtió Oviedo, quien reconoció que “a la noche suceden estas cosas” y que el lugar “no cuenta con cámaras internas, sólo con algunas en el exterior”.

En los últimos días también circularon versiones sobre el robo de dos hidrolavadoras que habrían estado guardadas en un mausoleo. El funcionario aclaró que “no existe ninguna denuncia formal sobre ese hecho” y que las hidrolavadoras “no pertenecen al municipio”. Sin embargo, confirmó que estaba al tanto de la situación aunque desconoce quiénes serían los propietarios de los equipos.

Ante la reiteración de robos, Oviedo adelantó que se evalúa la colocación de alarmas, cámaras adicionales y rejas en la zona donde funcionan las oficinas y el depósito de herramientas. “Nos están afectando en lo más básico: nos dejan sin los elementos para poder mantener el cementerio como corresponde”, concluyó.