Información general | 25/10
Educación y ciencia
Una estudiante de la UNSAM y su padre diseñaron una bioimpresora 3D para medicina regenerativa
La estudiante de Ingeniería Biomédica y su papá transformaron una impresora 3D artesanal en una bioimpresora de bajo costo, capaz de imprimir tejidos humanos con materiales biocompatibles. El desarrollo obtuvo el Premio SABI 2025 al mejor trabajo estudiantil.
Lo que comenzó como una iniciativa familiar terminó convertido en un avance destacado de la bioingeniería argentina. Daniela Cruz Belmonte, estudiante de Ingeniería Biomédica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), junto a su padre Hugo, técnico electromecánico, diseñaron una bioimpresora que acaba de ser galardonada con el Premio SABI 2025.
En 2019, Daniela adquirió piezas sueltas para armar su primera impresora 3D, un proyecto en el que su padre se ocupó de la parte estructural y ella de la electrónica. Con ese equipo artesanal inició un emprendimiento de llaveros y accesorios que le permitió ahorrar para sumar dos impresoras más, mientras continuaba con sus estudios.
En 2023 ingresó al Lab3Bio gracias a una beca PEFI, donde propuso modificar una de esas impresoras y convertirla en una bioimpresora de bajo costo. Con la guía de los directores Joaquín Palma, Marcos Bertuola y Élida Hermida, diseñó un extrusor especial y probó configuraciones para imprimir hidrogeles y polímeros biodegradables en simultáneo.
El resultado fue una bioimpresora innovadora que logró reproducir estructuras semejantes a tejidos humanos. Primero imprimieron una oreja tridimensional y, más recientemente, una tráquea hecha de hidrogel y policaprolactona. “Este proyecto me permitió ver cómo desde la ingeniería podemos aportar soluciones reales a la salud”, expresó Daniela.
El desarrollo fue presentado en el Congreso Argentino de Bioingeniería y obtuvo la máxima distinción estudiantil por su calidad técnica, su espíritu innovador y su carácter colaborativo.
