El viernes comenzó con un alerta amarilla por tormentas fuertes en gran parte de la provincia de Buenos Aires y el Área Metropolitana. Desde la madrugada, el avance de un frente frío provocó intensos vientos y lluvias que dejaron serios daños en distintas localidades.

En Junín, las ráfagas alcanzaron los 90 kilómetros por hora y causaron destrozos en viviendas, caída de árboles, voladuras de techos y cortes de electricidad. Incluso, parte del cielorraso de un supermercado ubicado sobre la Ruta 7 terminó desprendido por la violencia del viento.

Frente a la magnitud del fenómeno, el intendente Pablo Petrecca activó el protocolo de emergencias y dispuso el trabajo de cuadrillas municipales, bomberos, fuerzas de seguridad y Defensa Civil. En paralelo, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso a corto plazo para Bragado, Chacabuco, General Arenales, General Pinto, General Viamonte, General Villegas y Junín, entre otros distritos.

La situación también afectó a otras localidades: en Chivilcoy se registraron intensas lluvias, mientras que en Ameghino hubo caídas de árboles, destrozos materiales y cortes de luz. Personal de la Cooperativa Eléctrica trabajó bajo el agua para restablecer el servicio.

Además, en la Ciudad de Buenos Aires se produjo un grave anegamiento en Belgrano, debido a la rotura de un caño de AySA en la intersección de Pampa y Figueroa Alcorta. El agua cubrió calles y veredas, complicando el tránsito vehicular y peatonal y llegando hasta las puertas de edificios y viviendas.

El SMN advirtió que durante la mañana la alerta continúa vigente para zonas como Arrecifes, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Colón, General Pinto, Leandro N. Alem, Lincoln y Pergamino.

Recomendaciones oficiales

Ante el riesgo de nuevas tormentas, se aconseja no circular por calles anegadas, retirar macetas u objetos de balcones que puedan volarse, asegurar materiales en obras de construcción y evitar el uso de artefactos eléctricos que hayan estado en contacto con el agua.